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The Last of Us temporada 2: las opiniones que están dividiendo a fans y críticos

La segunda temporada de The Last of Us llegó con altas expectativas, y no es para menos. Tras una primera entrega que arrasó en premios y encendió la conversación global, HBO decidió apostar nuevamente por la historia basada en el videojuego de Naughty Dog. Pero, ¿ha logrado esta nueva tanda de episodios mantener el nivel? Las opiniones están lejos de ser unánimes y las vamos a revisar acá en La Tendencia

¿Qué dicen los críticos de The Last of Us temporada 2?

En general, los medios especializados valoran positivamente esta temporada. Rotten Tomatoes la registra con una aprobación del 96%, mientras que en Metacritic promedia 82 puntos. Las actuaciones siguen siendo uno de los pilares del proyecto, al igual que la dirección y el guion, que evitan dramatismos innecesarios y apuestan por una narrativa más introspectiva.

Aun así, algunas voces señalan que el enfoque elegido por los creadores, Craig Mazin y Neil Druckmann, podría sentirse incompleto. ¿Por qué? Porque esta segunda parte adapta solo una fracción del segundo videojuego, lo que deja ciertas tramas en pausa y sin resolución clara.

  • La producción es impecable en lo visual y en lo sonoro.
  • Las actuaciones de Bella Ramsey y Pedro Pascal reciben elogios constantes.
  • La estructura narrativa genera tensión, aunque no todos la encuentran satisfactoria.
  • Algunos críticos extrañan la crudeza emocional más directa del primer ciclo.

¿Y el público? No todos están convencidos con  The Last of Us temporada 2

En plataformas como Reddit o TikTok, las reacciones del público son más diversas. Hay quienes consideran que la serie ha dado un paso valiente al desarrollar nuevas perspectivas narrativas, mientras otros sienten que se ha alejado demasiado del ritmo que caracterizó a la primera temporada.

Una de las decisiones que más ha generado conversación es la inclusión del personaje de Abby. ¿Era necesario presentarla tan pronto? Para una parte del fandom, la respuesta es sí: amplía el universo y complejiza el conflicto moral. Para otros, es una interrupción abrupta en la relación central entre Ellie y Joel.

  • La llegada de Abby ha dividido opiniones profundamente.
  • Algunos espectadores valoran la fidelidad al juego original.
  • Otros preferirían una evolución más lineal y menos fragmentada.
  • El ritmo, más pausado, también ha sido objeto de críticas y defensas.

Representación y profundidad emocional

Un aspecto que ha sido destacado por muchos, incluso quienes tienen reparos con otros elementos, es la relación entre Ellie y Dina. Su desarrollo, cuidado y sin apuros, ha sido leído como un acierto en términos de representación LGBTQ+ y también como un reflejo genuino de las emociones adolescentes en contextos extremos.

La interpretación de Isabela Merced como Dina ha recibido comentarios positivos tanto por parte de la crítica como del público. Su naturalidad en pantalla y la química con Bella Ramsey suman matices que enriquecen la serie.

  • Las escenas entre Ellie y Dina destacan por su intimidad emocional.
  • La relación se construye de forma progresiva y sin estereotipos.
  • La música y la fotografía potencian esa atmósfera de cercanía.
  • Se valora el riesgo de incluir este tipo de vínculos sin forzarlos narrativamente.

¿Una temporada puente o un nuevo comienzo?

Esta segunda temporada se siente, para muchos, como una transición. ¿Es esto un defecto o una decisión consciente? Probablemente ambas cosas. Al dividir el contenido del segundo videojuego en varias temporadas, los creadores abren la puerta a un desarrollo más detallado, pero también arriesgan la pérdida de impulso narrativo.

La promesa de una tercera entrega ya confirmada parece aliviar esa sensación de pausa, pero deja en el aire una pregunta clave: ¿logrará la serie cerrar con la misma fuerza con la que comenzó?

  • La temporada deja cabos sueltos que podrían resolverse más adelante.
  • El enfoque emocional sigue presente, aunque con menor intensidad.
  • Hay más preguntas que respuestas, y eso incomoda a parte del público.
  • La ambición del proyecto es evidente, pero aún debe consolidarse en su totalidad.

The Last of Us no es una serie para ver distraídamente. Tampoco busca el aplauso fácil. En esta segunda temporada, se toma licencias narrativas que, dependiendo del espectador, pueden leerse como una osadía o como un tropiezo. La conversación sigue abierta. Y eso, en los tiempos que corren, ya es un mérito.