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¿Quién es Hernán “Nano” Calderón? La historia del hijo de Raquel Argandoña que no deja indiferente

Cuando escuchas el nombre Hernán “Nano” Calderón, probablemente lo asocias de inmediato con el mundo del espectáculo chileno. No tanto por un trabajo público concreto, sino por una vida expuesta desde temprano. Es hermano de hermano de Kel Calderón  e hijo de Raquel Argandoña,  una de las figuras más conocidas de la televisión nacional, y del abogado Hernán Calderón Salinas. Pero Nano no es solo “el hijo de”; su historia ha estado marcada por decisiones personales, controversias y una imagen mediática que ha generado opiniones divididas.

Lo conociste primero como parte de una familia mediática. Luego, como influencer. Y más tarde, como protagonista de uno de los episodios judiciales más comentados en la farándula chilena reciente. ¿Pero quién es realmente Nano Calderón? ¿Qué hay detrás del personaje público?

Infancia expuesta y adolescencia digital

Desde pequeño, Nano estuvo bajo la lupa de la prensa. Su aparición en medios no fue esporádica: creció frente a las cámaras, muchas veces como parte de los contenidos generados por su madre o de las polémicas que rodeaban a la familia.

Durante su adolescencia, comenzó a ganar notoriedad en redes sociales. Su cuenta de Instagram, en la que compartía fotos de autos deportivos, ropa de marca y un estilo de vida ostentoso, rápidamente captó la atención de miles de seguidores.

Ese mismo perfil digital, que para algunos representaba una muestra de excesos, también lo posicionó como una figura con llegada entre los más jóvenes.

Elementos que marcaron su etapa juvenil:

  • Alto nivel de exposición mediática desde niño
  • Creación de una imagen de “chico rebelde” en redes sociales
  • Ausencia de un proyecto artístico, profesional o académico público
  • Relación compleja y cambiante con sus padres, especialmente con su madre

Influencer con estilo propio (y mucha controversia)

Nano Calderón no siguió el camino tradicional de muchos hijos de famosos. No quiso ser actor ni panelista de televisión. Se inclinó más bien por el marketing digital, el lifestyle y la creación de contenido en plataformas como Instagram y TikTok.

Allí, su figura se consolidó como la de un joven que mostraba autos de lujo, viajes y vida nocturna. Aunque esta exposición generó admiración en algunos sectores, también fue blanco de críticas por su estilo provocador y por exhibir un estilo de vida que no parecía tener un sustento profesional claro.

Aspectos que lo definieron como influencer:

  • Enfoque en lujo, moda urbana y autos de alta gama
  • Uso de un lenguaje directo, sin filtros
  • Interacción constante con seguidores, pero también con haters
  • Imágenes y videos que desataban controversia

El quiebre: el caso judicial con su padre

En agosto de 2020, Hernán “Nano” Calderón pasó de ser un personaje mediático a un caso policial. Fue acusado de haber agredido con un arma blanca a su padre, el abogado Hernán Calderón Salinas, en su propio departamento.

El hecho, que tuvo una enorme cobertura mediática, derivó en una orden de detención, prisión preventiva, atención psiquiátrica y una eventual salida alternativa al juicio.

Más allá del acto violento, el caso expuso fracturas familiares profundas, acusaciones cruzadas y una dinámica que muchos consideraron insostenible.

Consecuencias del caso judicial:

  • Estuvo más de 100 días en prisión preventiva
  • Se sometió a tratamiento psicológico
  • Llegó a una salida judicial con su padre, evitando el juicio oral
  • La opinión pública se dividió entre condena y empatía

Silencio, redes y regreso controlado

Después del escándalo judicial, Nano Calderón decidió bajar el perfil. Cerró temporalmente sus redes sociales y desapareció del radar mediático por varios meses. Esa pausa parecía indicar un repliegue personal, necesario después de una exposición tan intensa.

Poco a poco volvió a las plataformas, pero con un tono diferente. Menos provocación, menos polémica, y una estética más cuidada. Aun así, no volvió a ocupar un rol protagónico en los medios tradicionales. Optó por un estilo más independiente, con contenido centrado en moda, relojes, autos y estilo de vida.

Transformaciones en su presencia pública:

  • Reducción drástica de declaraciones públicas
  • Cuidado en la elección de contenidos
  • Enfoque más estético, menos confrontacional
  • Evitación de los medios masivos

¿Qué hace actualmente Nano Calderón?

A 2025, Nano Calderón mantiene una vida activa en redes, pero sin grandes apariciones en televisión ni nuevos escándalos públicos. Su Instagram, que supera el millón de  seguidores, sigue mostrando su interés por el lujo, la moda y los automóviles, aunque con un enfoque menos explícito que en el pasado.

Aunque no se le conoce una carrera profesional formal, algunos lo vinculan a inversiones en marketing digital y negocios pequeños que gestiona de forma privada. También ha colaborado con marcas ligadas a la moda urbana y el lifestyle de alta gama.

Ámbitos actuales de actividad:

  • Influencer y generador de contenido digital
  • Colaboraciones con marcas de nicho
  • Apariciones esporádicas en redes sociales
  • Vida alejada del espectáculo tradicional

¿Es figura pública o celebridad pasajera?

La figura de Nano Calderón sigue generando conversación. Algunos lo ven como un “niño símbolo” de los excesos de la farándula chilena. Otros, como un joven que creció en un ambiente complicado, tomó malas decisiones y busca reconstruirse. Y hay quienes simplemente lo ven como un influencer más dentro de un ecosistema digital que premia el impacto por sobre el contenido.

Lo cierto es que Hernán “Nano” Calderón no pasa desapercibido. Es un caso atípico dentro del mundo mediático chileno: alguien que ha sido noticia sin ser actor, cantante ni conductor de televisión. Alguien cuya vida ha sido mirada, comentada y juzgada por miles, sin haber pedido estar en el centro de la escena.

Hablar de quién es Hernán “Nano” Calderón es enfrentarse a una figura contradictoria, moldeada por el contexto familiar, las redes sociales y sus propias decisiones. No es fácil encasillarlo. No es solo el hijo de una famosa, ni solo un influencer, ni solo el protagonista de un caso judicial.

Es un personaje complejo, marcado por errores, visibilidad extrema y una constante búsqueda de identidad. Si logra transformar esa exposición en una plataforma con sentido o si quedará como una figura fugaz del espectáculo nacional, eso lo dirá el tiempo.