¿Qué Significa «Woke»?
El término woke es más que una simple moda pasajera; ha estado en el idioma inglés por casi un siglo. Se remonta a los años 30, cuando el legendario músico Lead Belly pronunció las palabras «stay woke» tras cantar sobre una injusticia racial. En aquel entonces, el término «despertar» significaba abrir los ojos a las desigualdades y luchar por los derechos. Era una forma de mantenerse alerta, especialmente para la comunidad afroamericana que, con frecuencia, sufría persecuciones injustas.
Sin embargo, no fue hasta la última década que «woke» realmente despegó como un fenómeno global. Con el movimiento Black Lives Matter y la influencia de artistas como Erykah Badu, quien popularizó la frase en su canción Master Teacher, la palabra «woke» se convirtió en un símbolo de justicia social, llevándose como un emblema en redes sociales y manifestaciones.
🤔 ‘Woke’ Hoy: Mucho más que estar despierto
Ahora, woke se asocia con una postura progresista y activista. Originalmente enfocado en la justicia racial, el término ha evolucionado para incluir la defensa de los derechos LGBTQ+, el feminismo y otras causas sociales. Sin embargo, su uso también ha generado controversia. Hoy en día, muchos en redes sociales lo emplean para criticar lo que consideran «excesos» de los ideales progresistas.
Algunos críticos, incluso figuras públicas como Elon Musk, han expresado su desacuerdo, calificando al «woke» de una especie de “virus mental”. Otros ven en el término un elemento de lo que llaman «cultura de la cancelación», en la que figuras públicas o marcas enfrentan represalias por sus opiniones, incluso antes de que se confirme su culpabilidad en algún caso de controversia.
🗣️ La cultura de la cancelación: ¿Justicia o censura?
Para algunos, el fenómeno woke va de la mano con una necesidad social de establecer límites. En los últimos años, celebridades como Gina Carano han sufrido las consecuencias de hacer comentarios considerados políticamente incorrectos. Carano, por ejemplo, fue despedida de la serie The Mandalorian por una publicación polémica que comparaba el trato a los simpatizantes del Partido Republicano con la persecución a judíos en la Alemania Nazi. A muchos les pareció una comparación desafortunada, pero para otros, el hecho de que haya perdido su trabajo por sus opiniones evidencia un ambiente de censura.
Roald Dahl y sus obras también entran en este debate. Algunas de sus historias fueron editadas recientemente en el Reino Unido para eliminar términos que se consideran ofensivos. Aunque esto responde al deseo de ser inclusivos, para algunos críticos representa una presión social excesiva, un tipo de «censura cultural» que se cree impulsada por el clima woke.
🌱 ¿Cuál es el equilibrio?
En medio de estas discusiones, una pregunta persiste: ¿hasta dónde debe llegar el movimiento woke? Para algunos, es un paso hacia una sociedad más consciente, donde no se permiten comentarios ofensivos ni racistas. Otros lo ven como una limitación a la libertad de expresión, argumentando que debemos tener espacio para la opinión diversa, incluso si no siempre es políticamente correcta.
💰 Críticas desde la izquierda: ¿Woke capitalismo?
No toda la crítica viene del espectro conservador. Muchas voces progresistas también cuestionan cómo el capitalismo ha absorbido el término woke, usándolo como herramienta de marketing para «lavar» su imagen. Grandes empresas se han subido al carro de lo woke, integrando simbología y lenguaje inclusivo en sus campañas, aunque algunos dudan de su autenticidad. Este enfoque «woke» en el mundo de los negocios puede verse como un intento de alinearse con causas progresistas sin comprometerse realmente con un cambio.
🤔 En resumen, el término woke tiene raíces profundas en la historia de la lucha por los derechos, pero ha tomado diferentes significados y usos en la actualidad. Desde quienes lo ven como una oportunidad para avanzar en igualdad hasta aquellos que perciben una imposición de ideas, el debate está lejos de cerrarse.
La crítica de José Antonio Kast a Gabriel Boric en la CPAC 2024
El concepto woke, que comenzó en Estados Unidos como un término para describir a personas «despiertas» o socialmente conscientes de temas de justicia y racismo, ha evolucionado en los últimos años. Originalmente utilizado para subrayar la consciencia social y racial, ahora se ha convertido en un término polarizado, especialmente en el ámbito político. Hoy, muchas personas lo usan de forma peyorativa, similar al modo en que en Chile se emplean términos como “ñuñoino” o “progre” para referirse a individuos con posturas progresistas.
En la reciente Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) 2024 en Hungría, José Antonio Kast, líder del Partido Republicano en Chile, se refirió al presidente Gabriel Boric como un “presidente woke”. Kast criticó la gestión de Boric, señalando supuestas promesas incumplidas y lo que describe como un estilo de vida “ajeno a las necesidades del país”.
🚴♂️ Críticas al estilo de gobernanza de Boric
Según Kast, Boric representa el estereotipo del presidente woke: joven, progresista, y con un enfoque que él considera alejado de la realidad chilena. En su intervención, mencionó que Boric “tiene menos de 40 años, sale a andar en bicicleta por la calle con escoltas policiales, llega a trabajar tarde y se va temprano”. Con estos comentarios, Kast pintó un cuadro de un mandatario que, en su opinión, prioriza una imagen «despierta» o progresista, pero falla en cumplir con los compromisos importantes para el país.
Para Kast, el presidente Boric prometió un Chile más inclusivo y progresista, un “paraíso” de justicia social, pero considera que en la práctica ha sido todo lo contrario: “Una verdadera pesadilla”, señaló con dureza. Esta retórica refleja la visión de ciertos sectores conservadores que ven al movimiento woke como una tendencia superficial, llena de simbolismo pero sin cambios concretos.
🔍 “Woke”: ¿Despertar social o exceso ideológico?
La BBC y otros medios definen el término woke como una conciencia social y racial, que cuestiona paradigmas y normas opresoras. Este significado, aunque positivo en su origen, ha sido reconfigurado en la cultura popular, y ahora también implica crítica. Para algunas personas, woke representa una postura moral superior que busca imponer ideales progresistas al resto de la sociedad.
Kast no es el único que expresa estas preocupaciones. Para ciertos críticos, woke no es más que una etiqueta para personas “que se creen moralmente superiores” y se ofenden fácilmente por temas sociales sin realmente lograr avances significativos. En este sentido, términos como “woke” o “progre” se han transformado en insultos para referirse a quienes son vistos como exagerados en su activismo o que intentan imponer su visión a los demás.
Por otro lado, quienes defienden la postura woke, señalan que su intención es visibilizar y combatir injusticias. Consideran que el término despierta a las personas sobre las desigualdades históricas y sociales, alentándolas a actuar en temas de racismo, género y justicia social. Es, para ellos, una actitud positiva que busca mejorar la sociedad y cuestionar normas opresoras. La discusión queda abierta, y el balance depende de las percepciones personales y políticas de cada quien.
🌎 ¿Qué significa para Chile tener un Presidente ‘Woke’?
Kast subraya la contradicción que percibe en la administración de Boric, que en su opinión representa un estilo “woke” que busca proyectar valores modernos y progresistas, pero no atiende los problemas urgentes del país. Para muchos, Boric representa un liderazgo joven y consciente, en línea con las demandas sociales actuales. Para otros, encarna un estilo de gobernanza que prioriza la apariencia y la ideología sobre la gestión efectiva.
La crítica de Kast nos deja ante una pregunta importante: ¿deben los líderes abrazar valores progresistas o centrarse en gobernar sin ideologías visibles? Para algunos, ser woke es un punto positivo, un símbolo de que el mandatario está alineado con los valores del nuevo siglo. Para otros, es una señal de desconexión con las necesidades reales de su pueblo.