¿En qué países se usa más y menos la bicicleta?
La bicicleta no es solo un medio de transporte: es un estilo de vida. En muchas ciudades del mundo, pedalear se ha convertido en una costumbre diaria, no solo por conciencia ambiental, sino también porque es práctico, saludable y hasta divertido. Mientras en algunas partes del planeta aún se ve como una alternativa ocasional, en otros lugares la bici es protagonista absoluta de las calles.
¿Te imaginas ir al trabajo, hacer las compras o llevar a tus hijos al colegio sobre dos ruedas, y que eso sea lo más normal del mundo? En ciertos países, eso ya ocurre desde hace años. Sus gobiernos han apostado por ciclovías bien conectadas, incentivos al uso de la bicicleta e incluso cultura vial pensada especialmente para quienes pedalean. La bici no es el “plan B”, sino la primera opción.
En La Tendencia hicimos un artículo no solo para quienes ya aman andar en bici, sino también para quienes están pensando en sumar unos pedaleos a su día a día. Vamos a recorrer los rincones del mundo donde la bicicleta manda, donde las ciudades se han transformado para ella y donde pedalear es sinónimo de libertad, salud y sostenibilidad.
Un paseo por la historia de la bicicleta: desde la invención hasta hoy
La bicicleta, tal como la conocemos hoy, no nació de la noche a la mañana. Su historia está llena de inventos curiosos, mejoras inesperadas y una buena cuota de creatividad. Todo comenzó a principios del siglo XIX, cuando un alemán llamado Karl Drais presentó en 1817 un extraño artefacto de madera al que llamó “máquina andante” o Laufmaschine. No tenía pedales, frenos ni cadena: uno se sentaba y se impulsaba con los pies, como un niño en su bicicleta de equilibrio. Pero fue el primer paso.
Unos años más tarde, en 1860, apareció en Francia lo que muchos consideran la primera bicicleta “real”: el velocípedo. Este modelo ya incluía pedales en la rueda delantera, aunque era pesado y complicado de maniobrar. Por eso, a fines del siglo XIX, llegó un cambio crucial: la bicicleta de seguridad. Con dos ruedas del mismo tamaño, pedales en el centro y una cadena que movía la rueda trasera, esta versión fue mucho más cómoda y segura… y se parece mucho más a lo que usamos hoy.
Con el siglo XX llegaron las verdaderas revoluciones: neumáticos con cámara de aire, frenos más precisos, bicicletas plegables, de montaña, de carreras y más. Desde entonces, la bici ha pasado de ser una invención novedosa a un símbolo de libertad, deporte, conciencia ecológica y movilidad urbana. Hoy, no solo compite en velocidad y diseño, sino también en sostenibilidad. Y lo mejor es que, después de más de 200 años, sigue tan vigente como siempre.
Hitos clave en la historia de la bicicleta
- 1817 – La “máquina andante” de Karl Drais:
El alemán inventa un vehículo de madera sin pedales, que se impulsaba con los pies. Se considera el primer antepasado de la bicicleta.
- 1860 – Nace el velocípedo en Francia:
Se agregan pedales a la rueda delantera. Aunque incómoda, esta versión marca un antes y un después en la movilidad personal.
- 1870s – La bicicleta de rueda alta (penny-farthing):
Un diseño muy llamativo, con una rueda delantera gigante. Era difícil de manejar, pero todo un ícono de la época victoriana.
- 1885 – Llega la bicicleta de seguridad:
Con dos ruedas del mismo tamaño, pedales en el centro y cadena trasera, este modelo es la base de las bicicletas modernas.
- 1890s – Invención del neumático con cámara de aire:
Gracias a Dunlop, andar en bici se vuelve mucho más cómodo. ¡Adiós a los golpes en caminos irregulares!
- Siglo XX – Diversificación del diseño:
Aparecen bicicletas de montaña, de carrera, BMX, plegables, eléctricas y urbanas. Cada una pensada para diferentes estilos de vida.
- Actualidad – La era de la movilidad sostenible:
La bicicleta gana terreno en ciudades de todo el mundo como opción ecológica, rápida y saludable para moverse.
Estadísticas de uso de la bicicleta: Los países con mayor porcentaje de uso
Cuando hablamos de amor por las bicicletas, los Países Bajos se llevan todos los aplausos. Con un 99% de su población propietaria de una bici, no sorprende que sean líderes mundiales en movilidad ciclista. Allí, la bicicleta no es solo un medio de transporte, sino una forma de vivir: se usa para ir al trabajo, hacer compras, salir con amigos e incluso llevar a los niños al colegio. Es más común tener una bici que un auto, y eso se nota en cada esquina.
En el segundo y tercer lugar están Dinamarca y Alemania, con un 81% y 75% respectivamente. Ambos países han apostado fuerte por la infraestructura ciclista, con calles adaptadas, estacionamientos seguros y hasta semáforos pensados especialmente para bicicletas. Esta dedicación se traduce en comodidad y seguridad, lo que hace que cada vez más personas opten por pedalear en su día a día. En ciudades como Copenhague o Berlín, ver tramos congestionados… de bicicletas, es absolutamente normal.
Más abajo en el ranking vemos a países como Suecia, Finlandia, Japón y Noruega, donde más de la mitad de la población tiene una bici. Incluso China, con un 37%, sigue manteniendo una fuerte cultura ciclista a pesar del crecimiento del automóvil. El gráfico demuestra algo muy claro: cuando un país invierte en infraestructura, educación vial y promueve un estilo de vida activo, el uso de la bicicleta no solo crece, sino que se convierte en parte esencial del paisaje urbano.
Estadísticas de uso de la bicicleta: Datos claves de producción
Ver estas cifras juntas realmente deja en claro el lugar que ocupa la bicicleta en el mundo actual. Cada día se producen más de 364.000 bicicletas, lo que equivale a unas 15.000 por hora, 253 por minuto o cuatro por segundo. Es una locura pensarlo, pero literalmente, mientras lees esta línea ya se fabricaron varias. Esto no solo habla de una industria enorme, sino también de una demanda que sigue creciendo año tras año.
En cuanto a las ventas, no se quedan atrás: 47.670 bicicletas vendidas por día. O sea, alguien compra una bici cada dos segundos en algún lugar del planeta. La bicicleta no es una moda pasajera ni algo exclusivo de países europeos: es global, práctica y cada vez más elegida por personas que buscan una forma más libre, saludable y ecológica de moverse.
Y si aún queda alguna duda de su impacto, basta con mirar la última barra: por cada auto que se produce, se fabrican 2,5 bicicletas. Esto refleja una tendencia clara hacia la movilidad sostenible, especialmente en ciudades que están repensando su manera de crecer. La bicicleta está más viva que nunca, y todo indica que su futuro será todavía más pedaleado.
Estadísticas de uso de la bicicleta: ¿Qué país produce más?
Cuando se habla de producción de bicicletas a gran escala, China se lleva el oro sin competencia. Con más del 60% de la producción mundial, este país se ha convertido en el corazón industrial del ciclismo global. Es interesante porque, aunque sus tasas de uso de bicicletas no son tan altas como en Europa, su capacidad de fabricación es imbatible. En otras palabras: puede que no todos pedaleen en China, pero casi todas las bicis del mundo vienen de ahí.
Un dato aún más sorprendente es que el 86% de las bicicletas que se venden en Estados Unidos provienen de China. Eso significa que, aunque las bicis estén vestidas con marcas norteamericanas o europeas, en gran parte fueron ensambladas o fabricadas en fábricas chinas. Este fenómeno se explica por su infraestructura industrial, costos más bajos y una logística de exportación muy aceitada.
Este gráfico también nos hace pensar en cómo están distribuidas las cadenas de valor: países que producen masivamente, como China, y otros que consumen con entusiasmo. Y aunque a veces no coincidan los líderes de producción con los de uso, la bicicleta sigue uniendo al mundo… una rueda a la vez.
Estadísticas de uso de la bicicleta: Ciudades más amigables para los ciclistas
El gráfico muestra que Utrecht lidera con una puntuación destacada, gracias a su extensa red de carriles bici y políticas que fomentan el uso de la bicicleta. Múnich y Amberes siguen de cerca, destacándose por su infraestructura y programas de bicicletas compartidas. Copenhague y Ámsterdam, conocidas por su cultura ciclista, mantienen posiciones fuertes, aunque han sido superadas por ciudades que han invertido recientemente en mejoras significativas.
Es interesante notar la presencia de ciudades fuera de Europa Occidental, como Bogotá, que ha implementado iniciativas como la Ciclovía dominical y una red creciente de ciclovías, mostrando que con voluntad política y planificación, es posible mejorar la movilidad ciclista en diferentes contextos urbanos.
Las ciudades demuestran que invertir en infraestructura ciclista, promover políticas públicas favorables y fomentar una cultura de respeto hacia los ciclistas puede transformar la movilidad urbana. La bicicleta no solo es una alternativa sostenible, sino también una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida en las ciudades.
Estadísticas de uso de la bicicleta: Evolución de la movilidad en Santiago de Chile y uso de bicicletas
La bicicleta en Santiago ha duplicado su participación modal en apenas 12 años, pasando del 3,9% en 2012 al 8% en 2024. Este crecimiento no es menor: implica más de 1,5 millones de viajes diarios sobre dos ruedas. Esta alza se explica por el desarrollo de infraestructura en comunas céntricas y del sector oriente, además del creciente interés por una movilidad más saludable, económica y ecológica.
Sin embargo, el gráfico también evidencia que el uso del automóvil sigue en aumento, subiendo de un 27% a un 32%. Factores como el retiro de fondos de pensiones, la pandemia y el estallido social contribuyeron a que muchas personas optaran por comprar un auto, incluso en detrimento del transporte público, cuya participación cayó del 35% al 27%. Esto plantea un gran desafío: cómo revertir esta tendencia en un contexto de crisis climática y congestión urbana.
Otro punto interesante es el aumento de las motocicletas, que aunque aún representan solo un 2% del total de viajes, triplicaron su participación desde 2012. La caminata también muestra una leve baja, aunque sigue siendo uno de los modos más utilizados, especialmente en comunas centrales. En resumen, la bicicleta ha ganado terreno, pero aún convive con un fuerte uso del automóvil. El reto para las políticas públicas será consolidar esta tendencia ciclista con más ciclovías, equidad territorial y educación vial.
Pedalear hacia el futuro: conclusiones de un cambio en marcha
La bicicleta ha dejado de ser vista solo como una opción recreativa o de bajos recursos. Hoy, se posiciona como un vehículo del futuro: sostenible, accesible, rápido y saludable. Desde los Países Bajos hasta Bogotá, pasando por Santiago, el aumento en el uso de la bicicleta demuestra que las ciudades están comenzando a replantear su movilidad en clave humana, donde el auto ya no es el protagonista absoluto.
El crecimiento del ciclismo urbano, especialmente en lugares como Santiago, revela un cambio cultural profundo. Que en solo una década los viajes en bicicleta hayan pasado de representar menos del 4% al 8% del total es una señal clara de que la ciudadanía está lista para modos de transporte más amigables. Sin embargo, también se evidencian tensiones: el aumento del uso del automóvil y la desigualdad en el acceso a ciclovías entre comunas plantean retos importantes.
Lo interesante es que los países más avanzados en esta materia han invertido en ciclovías, pero también en generar una cultura ciclista: educación vial, respeto mutuo entre conductores y ciclistas, integración con el transporte público y políticas fiscales que incentivan el uso de la bici. Es ahí donde Chile aún tiene camino por recorrer si quiere consolidar esta tendencia y evitar que el crecimiento se concentre solo en ciertos sectores.
En resumen, el impulso al ciclismo no es solo un tema de movilidad: tiene impacto en la salud pública, el medioambiente, la calidad del aire, la equidad urbana y la felicidad de las personas. Apostar por la bicicleta es apostar por ciudades más humanas. Y si algo demuestran los datos y los gráficos es que el mundo ya empezó a pedalear en esa dirección.